Por Israel y por la paz

04/Jul/2010

Comunicado del Congreso judío Latinoamericano - Congresso Judaico Latino Americano - World Jewish Congress - Latin American Branch

Por Israel y por la paz

Lamentamos que los organizadores de dicha  acción política se negaran a utilizar los canales existentes para la entrega de ayuda humanitaria en la franja de Gaza, tal como lo hacen regularmente  Organizaciones como el Comité Internacional de la Cruz Roja y las Naciones Unidas. Ello desnuda que la operación no tenía un propósito “humanitario”, sino que buscaba apoyar a la organización terrorista Hamas, que niega la paz y el derecho a la existencia del Estado de Israel. Como quedo evidenciado muchos de los tripulantes de estos barcos no eran pacifistas sino provocadores y extremistas.
Es preocupante que gran parte de la cobertura mediática internacional haya omitido el contexto general del conflicto Palestino- Israelí, que sirvió de marco de resonancia para este incidente. Consideramos fundamental que las partes de este conflicto reconozcan el mutuo derecho a su existencia como estados soberanos, viviendo en paz y seguridad, uno al lado del otro. Nos ánima una visión de dos estados -uno judío y otro palestino- viviendo en paz y seguridad, prosperando e iluminando al mundo con el aporte de sus culturas. Sin embargo, todavía hay quienes creen en la solución de un estado en lugar del otro, llamando a la aniquilación del Estado de Israel. Tal es la posición del grupo terrorista Hamas y de países como la República Islámica de Irán, que apoyan y financian el terrorismo. 
 El pueblo judío se caracteriza por su pluralismo y diversidad, sin embargo, en nuestras comunidades impera un denominador común: El apoyo al Estado de Israel.  Resulta inaceptable que con el pretexto de criticar acciones  de su gobierno se cuestione su legitimidad y derecho a la existencia. Es igualmente preocupante que bajo la cara del antiisraelismo se enmascare una nueva forma del viejo antisemitismo.
 La historia de nuestra región ha probado que la convivencia entre judíos y árabes es posible. Deseamos compartir con el mundo este mensaje, y no importar a nuestra región un conflicto que es ajeno. Abogamos para que los gobiernos de nuestros países participen en la creación de condiciones para el dialogo, rechazando las condenas automáticas que no ayudan al entendimiento entre las partes, y solo fortalecen a los violentos que instigan o desarrollan las acciones  como la que hoy lamentamos.